Como conversamos la semana anterior, tu capacidad de invertir, y por ende tu capacidad de generar riqueza, está atada a tu capacidad de generar más ahorros o limitar tu consumo. Por eso, esta semana nos enfocamos en darte 10 estrategias de cómo atacar las dos caras de esta moneda.
Estrategias para ahorrar más
Hay estrategias validadas, simples y avanzadas, que te ayudarán a ahorrar más. Primero considera estos tres tips simples:
Automatiza tus ahorros: al inicio del mes o de la quincena, primero págate a ti mismo. Es decir, separa el monto que vas ahorrar en ese periodo. Puedes pagar tus deudas o tu consumo del mes con lo que te sobra.
Considera el ahorro como un gasto fijo: Cuando realices un presupuesto, ya sea mental o en una tabla, considera el monto que vas a ahorrar como un gasto fijo. Así eliminas el número de decisiones que debes tomar y presupuestas tu ahorro como un gasto no discrecional.
Ten cuentas separadas para distintos gastos u objetivos: lo ideal sería tener una cuenta de ahorro rentable dónde puedas depositar tus ahorros. Esta cuenta te servirá para generar un fondo de emergencia, con tres a seis meses de gastos fijos ahorrados. Una vez cumplas con esta meta, podrás enviar el capital adicional de ahorro a tu cuenta de inversión y poner tu dinero a trabajar. Tus gastos cotidianos deben ser gestionados desde una cuenta separada, para que no se mezclen tus ahorros con tus deudas y consumos del diario vivir.
Adicionalmente, puedes poner en práctica estos cuatro conceptos más avanzados que te ayudarán con motivación y consistencia:
Visualiza tu futuro yo: el futuro puede ser un concepto abstracto, y sacrificar tu presente para darle beneficios a una persona en ese futuro abstracto es difícil.
Al visualizar tu futuro yo, estás anclando ese concepto abstracto en algo más real. ¿Cómo te ves en el futuro, quién te rodea, qué le da sentido a tu vida en ese momento? Hacerte este tipo de preguntas te ayudarán a conectar tu futuro con tu presente.Considera las razones detrás de tus objetivos: si tienes razones claras para ahorrar, es más probable que continúes haciéndolo. Para tus objetivos más importantes, puedes preguntarte, ¿qué quieres lograr, por qué es importante para ti, qué beneficio te trae a ti y a tus seres queridos? Con eso en mente, será más fácil destinar tu dinero a tu cuenta de ahorro o inversión en vez de a un gasto innecesario.
Enfócate en objetivos concretos: mientras más medible sean tus objetivos, más fácil será relacionarte con ellos. Por eso, es más fácil ahorrar para objetivos a corto plazo que a largo plazo, son más tangibles, podemos medir cuán cerca estamos de cumplirlos con más facilidad. Recuerda que ser concretos, no significa que sean simples o pequeños. Tus objetivos pueden ser concretos y ambiciosos a la vez.
Realiza seguimiento continuo: si quieres mantener tu motivación alta, es necesario que puedas medir tu progreso, especialmente para objetivos a largo plazo. Cuando no puedes medir tu tracción es difícil seguir contribuyendo para lograr ese objetivo. Hablaremos más de esto al final de este post.
En resumen, mientras más te puedas relacionar con tus objetivos y los puedas hacer más palpables, podrás ahorrar con más facilidad.
Estrategias para consumir menos
Pero, como ya hablamos, no solo se trata de ahorrar más, también puedes consumir menos. Aquí te compartimos 3 estrategias validadas que te ayudarán a limitar tu consumo:
Realiza monitoreo continuo: al igual que en el ahorro, entender y monitorear tus patrones de consumo activamente te ayudará a limitarlos. Podrás detectar consumo desproporcionado o consumo que no se alinea a tus prioridades u objetivos financieros más fácilmente.
Categoriza tus gastos: desagregar tus gastos te ayudará a entenderlos. Por ejemplo, los gastos realizados con una tarjeta de crédito no deben ser considerados como una sola categoría. Deben ser desagregados en gastos alimenticios, de salud, discrecionales, etc. Categorizar tus gastos también te ayudará a identificar gastos que no son recurrentes como parte de una categoría unificada y así tener una visión completa de tu costo de vida.
Anticipa posibles arrepentimientos: si puedes anticipar la utilidad de tus consumos, será más fácil determinar si te interesan. Puedes preguntarte, ¿qué tan útiles te han sido compras o productos similares en el pasado?, tanto a corto como largo plazo. También puedes pensar en cuántas veces vas a usar el producto y entender cuánto vas a pagar por uso.
En resumen, mientras más entiendas tus patrones de consumo y puedas considerar el valor que realmente generan en tu vida, más podrás limitar tu consumo.
El presupuesto como base del ahorro
Como puedes ver, estas estrategias no buscan generar una intervención pasajera. No son estrategias que te recomienden dejar de comprar café, o auditar tus suscripciones de streaming (aunque puede que tomes esas acciones en base a estas recomendaciones). Buscan generar una reflexión más profunda que genere un cambio duradero y sostenible en tu vida.
La mejor herramienta para consolidar estas dos estrategias es tener un presupuesto. Un presupuesto bien armado te permitirá entender tus patrones de consumo y cómo se alinean con tus objetivos de vida. Tamién podrás entender tu capacidad de ahorro y ponerte objetivos concretos a corto y largo plazo.
Por esta razón, la próxima semana nos enfocaremos en cómo construir un presupuesto, cuales son las dificultades que tienes que tomar en cuenta al crear un presupuesto, y mucho más. ¡No te lo pierdas!
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