Las emergencias, por definición, son impredecibles.
Si fuesen predecibles, serían un gasto anticipado en tu presupuesto.
Un fondo de emergencia es un monto de capital líquido que te protege ante una emergencia. Al ser líquido, debe ser de fácil acceso. En otras palabras, no debe haber ninguna penalidad por usar el dinero, ni debes notificar con anticipación para tener acceso al mismo.
En este artículo, te contamos todo lo que debes saber acerca de tu fondo de emergencia.
¿Qué tan grande debe ser tu fondo de emergencia?
Depende de tu nivel de resiliencia y acceso a fondos adicionales.
La recomendación estándar es que tu fondo de emergencia cubra de 3 a 6 meses de gastos. Dependiendo de tu nivel de tolerancia al riesgo, puedes pensar en que tu fondo cubra únicamente tus gastos fijos o que también cubra gastos discrecionales.
El primer caso es el más riesgoso. Asumes que si tienes una emergencia, vas a cubrir solamente tus gastos fijos y eliminarás cualquier gasto discrecional. En el segundo caso, eres más conservador y apuntas a cubrir todos tus gastos en su totalidad.
Si no lo has hecho aún, te recomendamos leer nuestro artículo sobre cómo generar un presupuesto para determinar el tamaño de tu fondo de emergencia, y descargar nuestra herramienta gratuita. Así le sacarás más provecho a este artículo.
¿En qué tipo de cuenta debes tener tu fondo de emergencia?
Por definición, un fondo de emergencia debe ser de libre y fácil acceso.
Tu fondo de emergencia no debe estar atado a pólizas de plazo fijo, ni en otras inversiones a corto ni mediano plazo.
La opción más común es tener una cuenta de ahorro rentable. Este tipo de cuenta te paga un interés superior a la de una cuenta normal, pero te permite acceder a tu dinero de forma inmediata. Tener dinero en efectivo en una cuenta de ahorros rentable no te hará rico, pero te ayuda a proteger esos ahorros de la inflación.
¿Qué tan necesario es tener un fondo de emergencia?
Las personas no existimos en un vacío.
Todos contamos con familiares, amistades, y una red de apoyo de algún tipo.
Si tu considerás que tu red de apoyo te puede dar acceso a capital en caso de una emergencia, tal vez no necesites un fondo de emergencia propio. Tal vez, sería más eficiente aprovechar la oportunidad de invertir todo tu capital disponible.
Por otro lado, si tu único recurso ante una emergencia es acceder a deuda de alto interés, o imponer estrés financiero a tus familiares, es mejor que tengas un fondo de emergencia.
Un dato curioso, hay estudios que demuestran que el nivel de educación financiera determina si los hogares tienen un fondo de emergencia, pero esto solo sucede en países desarrollados. Lastimosamente, en ciertos países en vías de desarrollo, el mayor determinante es (sorprendentemente) la capacidad de ahorro.
Conclusión
Como muchas cosas en el mundo de las inversiones, tu nivel de tolerancia al riesgo, tu red de apoyo y tu capacidad de ahorro determinan el tamaño de tu fondo de emergencia.
A futuro, realizaremos un análisis de las mejores cuentas de ahorro rentable en latinoamérica. Esperamos que esto sea una buena guía para dar tu primer paso en generar o reubicar tu fondo de emergencia.
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