¿Por qué somos malos para identificar lo que nos trae bienestar?
Es probable que lo quieras para ti hoy, no sea bueno para ti mañana.
Es fácil fijar objetivos a corto plazo, como terminar de leer un libro o hacer un viaje que hemos tenido en mente por un tiempo. ¿Pero qué pasa con los objetivos personales a largo plazo? Son clave para poder cumplir nuestros sueños, pero es difícil saber qué vas a necesitar dentro de unos años.
En este artículo te explicamos porqué pasa esto y cómo mejorar.
Tu yo de hoy no será tu yo de mañana
El primer desafío que tienes, es darte cuenta que no serás la misma persona en el futuro. Muchas veces pensamos que somos quienes somos, y que ya en edad adulta vamos a cambiar muy poco. Y entonces, cuando pensamos en nuestros objetivos a largo plazo, solemos proyectar nuestras prioridades y perspectivas actuales hacia el futuro.
Sin embargo, asumir que estas prioridades no van a cambiar es caer bajo la “ilusión del fin de la historia”. Por supuesto, nuestra historia no termina hoy. Es probable que lo que valoremos en 10 años no sea lo mismo que nos motiva hoy en día.
Puedes preguntarte, ¿cuánto han cambiado tus objetivos y prioridades en la última década? ¿Cómo ha cambiado lo que valorabas cuando eras adolescente, adulto joven y más allá?
El poder de la adaptación
Otro agravante al fijar objetivos a largo plazo es nuestro poder de adaptación. Subestimamos nuestra habilidad de acoplarnos a situaciones positivas o negativas. Por esto, sobreestimemos el impacto y la duración que cumplir ciertas metas tendrán en nuestro bienestar.
Por ejemplo, si compras un auto nuevo, al principio tendrás un incremento en tu felicidad. La sensación al conducir será sublime, tus amistades se emocionarán al ver tu vehículo, etc. Pero más pronto de lo que piensas, tu nuevo auto simplemente pasará a ser tu auto y después tu auto viejo.
Para bien y para mal, los seres humanos tienen una capacidad extraordinaria para adaptarse a cualquier situación. Tanto los shocks como los logros en nuestra vida se vuelven parte de nuestra cotidianidad y no representan una fuente de bienestar duradera, sobre todo si se trata de objetos materiales.
Entonces, ¿cómo fijar objetivos a largo plazo?
La adaptación y los cambios en nuestros objetivos limitan nuestra capacidad de identificar las situaciones que crearán prosperidad y bienestar en nuestro futuro.
Esto no quiere decir que no puedes fijar objetivos a largo plazo. Sin embargo, no todos los objetivos son iguales. La próxima semana te contaremos de dos tipos de objetivos y cuál de los dos se presta más para cumplir tus metas.
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Tenemos una pequeña noticia, la próxima semana vamos a lanzar nuestro canal de YouTube y nuestro podcast semanal “Conversaciones con Visión Próspera.” Les contaremos cuando esté al aire.