Objetivos positivos y negativos, ¿cuál es más eficaz?
Fijar objetivos es fácil, pero ¿cómo te aseguras que son los correctos para ti?
¿Quién no se ha puesto metas ambiciosas al inicio del año? Hacer ejercicios todos los días, no comprar comida rápida por un año, ahorrar el doble de lo ahorrado el año anterior.
Si bien estos objetivos pueden ser deseables, en este post te contamos cuáles son las características que hacen que un objetivo sea efectivo y apropiado para ti.
Objetivos Positivos vs Negativos
Los objetivos positivos son estados deseables que buscas obtener o mantener. Por ejemplo, mantener buena salud o estado físico, o tener buenas o mejores relaciones personales con familiares y amigos. Dado que por definición estos objetivos son deseables y placenteros, son útiles para generar metas a largo plazo.
Los objetivos negativos son estados no deseables que buscas evitar o reducir. Por ejemplo, no fumar, o distanciarse de personas que habilitan o fomentan malos hábitos, como fumar o tomar en exceso. Este tipo de objetivo es muy útil para prevenir malos estados o situaciones riesgosas.
¿Cuál es más efectivo?
Depende de tu personalidad y tu situación personal, pero en general los objetivos positivos son más efectivos.
Los objetivos negativos suelen recordarte de las cosas que quieres evitar. Si tu objetivo es no fumar, al recordar tu objetivo, ¿adivina que acto tendrás en mente? El acto de fumar.
Esto a su vez genera reactancia - un comportamiento motivado por la prohibición del mismo. Es decir, tenemos motivación, en este caso de fumar, simplemente por el hecho de que se supone no debemos fumar. Queremos lo que no podemos tener.
Finalmente, los objetivos negativos pueden generar ansiedad y estrés. Si un objetivo que tienes es no llegar tarde, puedes tener ansiedad y estrés al estar pensando en llegar tarde y las consecuencias en tu trabajo.
Por estas razones, los objetivos positivos son más eficaces.
Sin embargo, hay ocasiones en las cuales los objetivos negativos son apropiados. Los objetivos negativos tienen un sentido de urgencia que motiva a la acción inmediata. El objetivo de no gastar más dinero conlleva un sentido de urgencia que el objetivo de ahorrar más no posee, aún si es prácticamente lo mismo. De igual forma, son muy buenos en prevenir estados indeseables o riesgos, como mencionamos al inicio.
¿Cuál es mejor para mi?
Las situaciones personales y tu propia personalidad definirán cuál planteamiento te resulta más efectivo. Además, recuerda que no son mutuamente excluyentes, puedes tener ambos.
Si quieres saber con qué tipo de objetivo tienes más afinidad, puedes considerar la siguiente reflexión elaborada por Ayelet Fishbach, profesora de ciencias conductuales en la Universidad de Chicago:
Cuando quiero algo, suelo hacer todo lo posible para conseguirlo.
Cuando veo una oportunidad para obtener algo que me gusta, me emociono de inmediato.
Me preocupa cometer errores.
Las críticas o regaños me afectan bastante.
Si te identificas con las dos primeras frases, estás en más sintonía con los objetivos positivos. Si te identificas más con las dos últimas frases, estás en sintonía con los objetivos negativos.
Y tú, ¿ya fijaste tus objetivos para el año nuevo? ¿Son mayormente positivos o negativos?
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