Fondos activos vs pasivos, ¿cuál es el mejor vehículo de inversión para ti?
No todos los vehículos de inversión son de tu interés.
Está claro que necesitas invertir para generar riqueza, la pregunta es ¿cómo?
En el post anterior, aprendimos acerca de dos tipos de activos que puedes tener en tu portafolio, aquellos basados en renta fija vs renta variable. Para poder tomar mejores decisiones financieras, también debes entender las ventajas y desventajas de los diferentes vehículos de inversión mediante los cuales puedes acceder a esos activos.
Inversiones directas vs indirectas, ¿es mejor hacerlo de forma individual o de manera conjunta?
Tus inversiones pueden ser directas o indirectas. Realizas una inversión directa cuando compras bonos o acciones de forma individual. Por ejemplo, con tu cuenta de inversiones (broker), tú puedes comprar un bono soberano emitido por tu país o una acción de una empresa como Apple o Google. Al comprar estos activos de manera directa, puedes construir un portafolio de activos de renta fija y renta variable, según tu mejor criterio y tolerancia al riesgo.
En cambio, las inversiones indirectas se realizan mediante intermediarios, principalmente fondos de inversión.
Puedes pensar en los fondos de inversión como una canasta de activos. Si inviertes en un fondo, tu eres dueño de una parte proporcional de dicha canasta. Al igual que en tu portafolio individual, los fondos pueden estar constituidos por activos de renta fija y renta variable. Dependiendo del fondo y de la regulación de tu país, puede que necesites invertir en un fondo mediante un broker o una casa de valores.
La ventaja de invertir a través de un fondo es que te ofrecen diversificación y simplicidad. Al invertir en un fondo, automáticamente inviertes en una canasta de activos que tomaría mucho más esfuerzo recrear de forma individual. Sin embargo, no todos los fondos son iguales. A continuación, comparamos los fondos públicos y los fondos privados.
Fondos públicos vs privados, ¿cuáles son para ti?
Los fondos privados contienen activos que no se cotizan en bolsa. En vez de invertir en bonos o acciones que sí se cotizan abiertamente en bolsa, estos fondos invierten en bienes o empresas privadas con el fin de venderlos en un futuro generando un retorno.
Algunos ejemplos de estos fondos incluyen fondos de private equity, hedge funds, fondos de venture capital, o REITS privados. Sin embargo, los fondos privados no están abiertos al público en general y están diseñados para inversionistas con una capacidad más alta de asumir riesgo. Para poder participar en este tipo de fondos, los inversionistas deben tener un patrimonio alto o tener ingresos anuales significativamente altos. Dado que estos fondos no son accesibles para el público en general, no vamos a discutirlos a profundidad.
Los fondos públicos contienen activos que sí se cotizan en bolsa (bonos y acciones). Están disponibles para la población en general y normalmente el costo de participar en el fondo está fijado por el interés (oferta y demanda) de los inversionistas en el mercado. Por esta razón, suelen tener más liquidez que los fondos privados; es decir, siempre y cuando no existan penalidades o restricciones impuestas por el fondo, puedes vender tu participación en el fondo con relativa facilidad. Si bien los fondos públicos son una excelente opción para la mayoría de inversionistas, ya que brindan diversificación y simpleza, no todos los fondos públicos se gestionan de igual manera.
Fondos activos vs pasivos, ¿cuál es la diferencia?
Gestión activa
Estos son fondos públicos manejados por un inversionista profesional. Esta persona es conocida como un gestor o “manager” quien determina la estrategia o criterio de inversión según la cual el fondo realiza inversiones.
Dado que el gestor elige en qué activos invertir, el rendimiento del fondo está atado a la capacidad del gestor de generar retornos. Existen gestores que han generado retornos muy altos, como el famoso Warren Buffet, pero muchos más gestores que pasan al olvido.
Antes de invertir en un fondo activo, tú debes analizar la estrategia y los resultados históricos del gestor (su “track record”) y estar convencido de su capacidad de generar retornos. Sea cual sea el resultado, el hecho de que un profesional esté involucrado en la selección de activos hace que los costos de fondos activos sean relativamente altos comparados a fondos gestionados pasivamente.
Gestión pasiva
Estos son fondos públicos que ofrecen diversificación a bajo costo al replicar o capturar un índice. Puedes pensar en un índice como una lista de bonos o acciones. Por ejemplo, el índice del S&P 500 representa una lista de las 500 empresas más grandes en la bolsa de EE.UU. Un fondo pasivo que recrea el índice del S&P 500 te permitirá invertir en estas 500 empresas automáticamente.
Existen muchos índices; hay índices que listan todos los bonos emitidos por gobiernos en vías de desarrollo (VWOB), otros que representan la bolsa de valores de todos los países desarrollados (IDEV). Como ves, puede haber muchas listas o índices. La ventaja de un índice es que puede capturar grandes segmentos de la economía mediante un solo vehículo.
Al invertir en fondos pasivos, el rendimiento de tu portafolio no depende de la capacidad o talento del gestor para generar retornos. Por el contrario, al invertir de forma diversificada en amplios sectores de la economía (un índice), tus retornos están atados al rendimiento total de los mercados. Este concepto es fundamental y vamos a tratarlo a profundidad en el futuro. Más allá de los retornos, podemos llegar a una conclusión segura. Al no involucrar a un profesional que activamente selecciona activos, los costos de los fondos pasivos son relativamente bajos comparados a los fondos activos.
¿Cuál es el mejor vehículo para ti?
Puedes invertir de forma directa seleccionando activos de forma individual. Sin embargo, a menos que cuentes con mucha disponibilidad de tiempo para investigar cada activo de forma individual, esta opción es demasiado demandante y compleja para la mayoría de inversionistas.
Por ende, puedes considerar invertir de manera indirecta mediante fondos. Los fondos públicos te ofrecen alta diversificación y simplicidad al darte acceso a un una canasta de activos mediante un solo vehículo.
Para invertir un fondo activo, debes estar muy convencido de la capacidad del gestor de generar retornos altos. Como veremos en un futuro post, es difícil identificar este tipo de gestores de antemano, y aun asumiendo que sea factible, el alto rendimiento en el pasado no garantiza el alto rendimiento en el futuro.
Más allá de los retornos, algo que sí podemos concluir con la información presentada en este post es que los fondos activos son más costosos que los fondos pasivos. El costo de la inversión puede ser determinante para el rendimiento neto del inversionista, especialmente a largo plazo. Por esta razón, la mayoría de inversionistas deberían considerar un fondo pasivo. Puedes tener acceso a los beneficios de tener un portafolio altamente diversificado y sencillo a un bajo costo.
Conclusión
El riesgo es el origen de todo retorno. Al invertir, siempre asumimos algún tipo de riesgo que es necesario para poder generar riqueza a largo plazo. Hay vehículos que nos ayudan a cumplir este objetivo.
Si bien podemos invertir de forma directa, los fondos públicos nos ofrecen muchas ventajas, en cuanto a su simpleza y alta diversificación. Los fondos activos te brindan acceso a estos beneficios a un costo proporcionalmente alto. Por otro lado, los fondos pasivos te ayudan a capturar todos estos beneficios a un bajo costo.
Todos los martes compartimos conocimiento simple pero efectivo para que puedas tomar decisiones financieras con confianza. ¡No te lo pierdas!