Felicidad financiera: ¿Cuáles son las bases?
El fin de la prosperidad financiera es la felicidad duradera.
Todos nos hemos preguntado en algún momento si el dinero nos hará felices. Y aunque en el pasado ya hablamos sobre cuándo se debe priorizar el tiempo vs. el dinero, hoy queremos hablar a detalle sobre la felicidad financiera.
Cuando no tienes claridad sobre lo que significa la felicidad financiera, es muy fácil caer en comportamientos que no te den bienestar a largo plazo (como derrochar dinero en objetos que siempre has querido).
Primero debemos establecer las bases y entender los tipos de felicidad.
Dos tipos de felicidad, según la psicología
El campo de la psicología positiva se enfoca en entender y estudiar las bases de la felicidad humana. Si bien es un campo amplio y no exento de críticas, es importante diferenciar entre al menos dos sentidos de la palabra felicidad.
Felicidad pasajera:
Este tipo de felicidad se basa en placeres o emociones pasajeras. Algunos ejemplos son comer un postre después de una comida, tomar una cerveza con amigos, o el golpe de dopamina que recibimos al estar en redes sociales.
Por definición, se sienten bien. Pero este tipo de emociones son pasajeras y son susceptibles al poder de la adaptación. Es decir, nos acostumbramos fácilmente a sus efectos y necesitamos más cantidades o frecuencia para mantener el mismo nivel de satisfacción. Por esta razón, no son la base adecuada para construir bienestar duradero.
Felicidad duradera:
Este tipo de felicidad se basa en la reflexión. Un ejemplo es llegar a la cumbre de una montaña. Mientras escalamos, puede ser que llueva, tengamos frío y requiera de esfuerzo físico extremo para completar la actividad. Aun si no completamos el objetivo de subir la montaña, puede que lo guardemos como uno de nuestros mejores recuerdos, valorando el estar en la naturaleza y el tiempo compartido con amigos.
La felicidad duradera está atada al crecimiento personal y es reflexiva por naturaleza. Es decir, es el resultado de valorar las relaciones y comportamientos que nos permiten crecer y disfrutar de la vida de manera sostenible, más allá de lo pasajero.
No pretendemos explicar el campo de la psicología positiva en este post y debes saber que existen muchas maneras de entender la felicidad. Pero también debes saber que al pensar en nuestros objetivos financieros, lo que buscamos es tener suficientes recursos para subsidiar o realizar una vida plena. La meta es poder aproximarnos a un estado de felicidad duradera.
Un modelo para entender la felicidad duradera
Si nuestros objetivos financieros buscan acercarnos a la felicidad duradera, una pregunta básica es, ¿cuáles son los componentes de la felicidad duradera?
Existen muchos modelos que analizan los componentes de la felicidad. En este post, nos enfocamos en el modelo PRISMA(S) de Martin Seligman. Según el modelo, la felicidad duradera o la capacidad de florecer se basa en:
Positividad emocional:
Emociones afectivas positivas como la satisfacción, el júbilo, o el optimismo ante la adversidad. En este contexto, se refiere a la felicidad pasajera.Relaciones humanas:
Existencia de vínculos afectivos con familia y amigos, destacando la importancia de la intimidad y las redes de apoyo social.Involucramiento (“flow”):
Estado de absorción total y disfrute en actividades que desafían nuestras habilidades, demandando concentración y compromiso. También conocido como estado de flow.Significado:
Búsqueda y encuentro de un propósito en la vida; el sentido de pertenecer a algo más grande que uno mismo. No está limitado la religión ya que uno puede tener un propósito más grande al ser parte de un proyecto a largo plazo, como el subir una montaña.Metas alcanzadas:
Satisfacción derivada de establecer y cumplir objetivos, en cualquier ámbito de la vida, complementando los otros elementos de bienestar.Salud:
Estado de bienestar físico, incluyendo la ausencia de enfermedades, una nutrición adecuada, ejercicio regular y suficiente descanso.
Conclusión
Usando el modelo PRISMA(S), puedes reflexionar acerca de tus objetivos financieros y evaluar si estos te acercan o alejan a una felicidad duradera.
Es decir, tus objetivos financieros te deben traer prosperidad o dicho de otra forma, te deben permitir sentir muchas emociones positivas, cultivar relaciones humanas fuertes y duraderas, gozar de flow o involucramiento en alguna de tus actividades cotidianas, llenar de significado o propósito a tu vida, permitirte tener satisfacción al alcanzar metas, y disfrutar de saluda física y mental.
No olvides revisar nuestra herramienta para generar y evaluar tus objetivos personales a largo plazo.
Si te interesa, puedes realizar una autoevaluación de tu situación personal bajo el modelo PRISMA mediante este link (en inglés).
Si este artículo te ayudó a sentirte más cómodo tomando decisiones financieras, ¡déjanos un like o un comentario en la publicación!